La meditación es conocida por sus numerosos beneficios tanto físicos como mentales. Sin embargo, no todos encuentran fácil sentarse en un solo lugar y enfocarse en su respiración. Además, muchas personas no tienen tiempo durante el día para dedicar a la meditación. Es por eso que otra forma de meditación, llamada meditación en movimiento, puede ser tan beneficiosa.
¿Qué es la meditación en movimiento?
La meditación en movimiento no es la típica meditación en la que te sientas quieto y te enfocas en tu respiración. En cambio, te mueves a través de varias posturas con un ritmo tranquilo y consciente.
La atención plena es la parte más importante de la meditación en movimiento. Por ejemplo, ser consciente de tus músculos mientras te mueves o de la sensación de tus pies contra el suelo. Notas diferentes partes de tu cuerpo que normalmente ignoras, como la cadera, el codo o la mejilla. Comienzas a prestar atención al cuerpo y cómo se siente al moverse, doblarse y torcerse. Incluso tu respiración, tu ritmo cardíaco y otras sensaciones internas se notarán mejor cuando seas consciente del cuerpo.
La meditación en movimiento se enfoca en los movimientos del cuerpo en lugar del objetivo del movimiento. Por ejemplo, recoger un libro por lo general no es registrado por tu mente, pero ser consciente del proceso hace que el movimiento sea diferente. Sientes la flexión de las piernas y el brazo mientras te agachas para recoger el libro. Notas el movimiento de la cabeza mientras mira hacia el libro. Sientes el libro en tu mano mientras comienzas a levantarlo. Notas el peso adicional en tu mano mientras levantas el libro hacia ti. Todas estas cosas están en tu conciencia durante la meditación en movimiento.
¿Cómo se practica?
Al igual que con la meditación sentada, hay muchas formas diferentes de hacerlo. No hay una posición, pensamiento o movimiento que sea correcto. Muchas personas utilizan la meditación caminando, donde caminan lentamente en un espacio predefinido mientras notan el viento contra su piel y sus pies contra el suelo.
No importa qué tipo de meditación en movimiento hagas, todas las formas involucran movimientos lentos y atención plena. Con eso en mente, hablemos de cómo hacer una meditación en movimiento comenzando desde una posición sentada.
Paso 1:
Tómate unos momentos para sentarte en una posición cómoda y alinear tu respiración y tu cuerpo. Intenta hacer que tus movimientos y tu respiración sean uno solo, como mecer tu cuerpo al ritmo de un árbol meciéndose.
Paso 2:
Pon tus manos en tu cuerpo y siente el movimiento de la respiración mientras inhalas y exhalas. Nota cómo tus brazos se extienden y se retraen ligeramente.
Paso 3:
Comienza a ponerte de pie y nota lo que ocurre. Probablemente sentirás tus manos tocando el suelo, tus piernas comenzarán a estirarse, tu columna se alargará y tu cuello se fortalecerá mientras te pones de pie.
Paso 4:
Una vez de pie, nota las sensaciones en tu cuerpo y presta especial atención a cualquier sensación incómoda. Ajusta tu cuerpo para que esas sensaciones incómodas desaparezcan, o si no puedes, simplemente toma nota de ellas y continúa hacia otro lugar.
Paso 5:
Comienza en la parte superior de tu cabeza y nota las sensaciones o sentimientos que vienen a la mente. Una vez que hayas sentido las sensaciones en la parte superior de la cabeza, pasa a la frente, luego a las mejillas, nariz, orejas, labios, mentón y cuello. Sigue moviéndote por todo tu cuerpo y registrando cualquier sensación que tengas, hasta llegar a la punta de tus dedos de los pies. Este proceso no tiene que llevar mucho tiempo ni poco tiempo. Es importante moverte a tu propio ritmo y no juzgar qué tan rápido o lento vas.
Paso 6:
Regresa toda tu atención al cuerpo en su conjunto, en lugar de solo a una área, y comienza a moverte al ritmo de tu corazón. Siente tu cuerpo mientras se mueve de un lado a otro o de adelante hacia atrás.
Paso 7:
Levanta un brazo hacia el aire y finge que estás recogiendo una fruta de un árbol que está justo fuera de tu alcance. Nota cómo tu brazo se alarga y se estira para alcanzar la fruta. Nota cómo tu dedo del pie se levanta del suelo para permitir más altura para tu brazo. Nota todos los movimientos de tu cuerpo durante el simple acto de alcanzar una fruta.
Paso 8:
Repite con el otro brazo.
Paso 9:
Deja tu lugar de pie y muévete alrededor del área en la que te encuentras. Nota las sensaciones que aparecen a medida que comienzas a dar pasos. Tus pies, tus piernas, tus caderas, tu estómago, todos trabajan juntos para crear movimiento. Tómate el tiempo para notar las sensaciones individuales en esas áreas.
Paso 10:
Ahora, siéntate de nuevo en el suelo y presta atención a tu cuerpo mientras se contrae y se dobla. Termina como comenzaste, alineando tu respiración con tu cuerpo.
Esta es solo una variación de la meditación en movimiento. Puede que quieras tocar cosas mientras estás de pie y notar las sensaciones que ocurren. Puede que quieras bailar lentamente y rítmicamente y notar las sensaciones de tu cuerpo que de otra manera ignorarías. Lo importante es ser consciente de tu cuerpo y las sensaciones que ocurren.
Si no puedes tranquilizar tu mente durante la meditación sentada, la meditación en movimiento realmente puede ayudarte a concentrarte y obtener los beneficios de la meditación sentada, como la tranquilidad, menos estrés y enfoque. Cada vez que tu mente divague, simplemente tensa un músculo o mueve un dedo para llevar tu atención de vuelta a tu cuerpo y al movimiento.
A través de la meditación en movimiento, te volverás más consciente de tu cuerpo. Cuando no estés practicándola, notarás más tu cuerpo y los movimientos que realiza. Esto te ayudará a notar cualquier inconsistencia, como dolor o rigidez, que de otra manera podrías ignorar, y atender a las preocupaciones para mantener una buena salud.
También te volverás más consciente de las cosas que te rodean a medida que sientas la sensación de los objetos con los que entras en contacto. Esto puede ayudarte a conectarte con tu entorno y con otras personas a un nivel más profundo.
La meditación en movimiento implica ser consciente de las sensaciones que ocurren durante los movimientos. Caminar, bailar, cocinar e incluso acostarse son momentos en los que puedes practicar este tipo de meditación.
Si estás interesado en técnicas de meditación, por favor revisa el programa.
Consultas habituales
¿Cuál es la diferencia entre la meditación en movimiento y la meditación sentada?
La meditación en movimiento implica moverse a través de varias posturas y prestar atención a las sensaciones del cuerpo durante el movimiento. La meditación sentada implica estar quieto y enfocarse en la respiración.
¿Cuáles son los beneficios de la meditación en movimiento?
La meditación en movimiento puede ayudar a calmar la mente, reducir el estrés, mejorar la concentración y aumentar la conciencia corporal.
¿Cuánto tiempo debo practicar la meditación en movimiento?
No hay un tiempo específico que debas seguir. Puedes practicarla durante unos minutos al día o durante más tiempo si lo deseas. Lo importante es moverte a tu propio ritmo y disfrutar del proceso.
¿Puedo practicar la meditación en movimiento en cualquier lugar?
Sí, puedes practicarla en cualquier lugar donde te sientas cómodo y tengas suficiente espacio para moverte. Puedes hacerlo en tu casa, en un parque o incluso en tu lugar de trabajo si tienes un espacio tranquilo.
Tabla de beneficios de la meditación en movimiento
Beneficios | Descripción |
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Reducción del estrés | La meditación en movimiento puede ayudar a reducir el estrés al calmar la mente y relajar el cuerpo. |
Mejora de la concentración | Al prestar atención a las sensaciones del cuerpo durante el movimiento, la meditación en movimiento puede ayudar a mejorar la concentración. |
Aumento de la conciencia corporal | La meditación en movimiento te ayuda a ser más consciente de tu cuerpo y las sensaciones que ocurren durante el movimiento. |
La meditación en movimiento es una forma de encontrar la calma y la conexión a través del movimiento consciente. Puedes practicarla en cualquier momento y en cualquier lugar, y los beneficios pueden ser enormes para tu bienestar físico y mental. ¡Así que ponte en movimiento y disfruta de los beneficios de la meditación en movimiento!
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