Yoga para cáncer de mama: beneficios y precauciones

El cáncer de mama es una enfermedad que afecta a millones de mujeres en todo el entorno. Además de los tratamientos médicos convencionales, como la cirugía y la quimioterapia, muchas personas buscan terapias complementarias para ayudar a aliviar los síntomas y mejorar su calidad de vida. El yoga se ha convertido en una opción popular para las mujeres con cáncer de mama, ya que se ha demostrado que tiene numerosos beneficios para la salud física y emocional.

Índice
  1. ¿Es seguro hacer yoga con cáncer de mama?
  2. Posturas de yoga recomendadas para el cáncer de mama
    1. Balasana (Postura del niño)
    2. Dirga Pranayama (Respiración de tres partes)
    3. Viparita Karani (Postura de las piernas en la pared)
    4. Uttanasana (Flexión hacia adelante de pie)
    5. Savasana (Postura del cadáver)
  3. Riesgos y precauciones
    1. Linfedema
    2. Fracturas

¿Es seguro hacer yoga con cáncer de mama?

La investigación demuestra que las personas pueden controlar las funciones físicas, como la respiración, el ritmo cardíaco, la temperatura corporal y la presión arterial, a través de la práctica del yoga. Al controlar estas funciones físicas, el yoga puede ayudar a reducir los niveles de estrés y mejorar la relajación y el bienestar. Además, varios estudios han demostrado que las personas con cáncer de mama que practican yoga pueden sentirse menos estresadas, disfrutar de una mejor calidad de vida y experimentar menos fatiga.

Un estudio de revisión realizado en 2018 encontró que formas de yoga de baja intensidad, como Hatha suave y yoga restaurativo, son seguras y efectivas para tratar los siguientes síntomas en personas con cáncer o sobrevivientes:

  • Fatiga
  • Trastornos del sueño
  • Deterioro cognitivo
  • Síntomas musculoesqueléticos

Por lo tanto, los expertos están de acuerdo en que las personas que están recibiendo tratamiento para el cáncer de mama y aquellas que han completado sus tratamientos pueden beneficiarse del yoga suave como una terapia complementaria. Sin embargo, es importante consultar siempre a un médico o fisioterapeuta antes de comenzar cualquier actividad física, especialmente después de una cirugía. Algunas personas que han tenido cirugía de mama, como una mastectomía, pueden experimentar problemas en los brazos y los hombros que ciertas posturas de yoga podrían empeorar. Un instructor de yoga experimentado puede adaptar las posturas para satisfacer las necesidades de cada persona.

Si, después de la cirugía, una persona experimenta linfedema, una condición en la que se acumula líquido linfático adicional y causa hinchazón, es importante consultar con su médico o fisioterapeuta acerca de las posturas de yoga seguras y beneficiosas.

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Posturas de yoga recomendadas para el cáncer de mama

El yoga tiene muchos beneficios para las personas con cáncer de mama. Algunas posturas recomendadas incluyen:

Balasana (Postura del niño)

La postura del niño ayuda a estirar las caderas, los muslos y los músculos de la espalda mientras relaja los músculos del pecho. Comienza a cuatro patas y exhala mientras bajas las caderas hacia los talones. Extiende los brazos hacia adelante, estirados. Respira lentamente y mantén los brazos estirados, con las manos en el suelo y las palmas hacia arriba o hacia abajo. Lleva la frente al suelo y mantén la postura durante 4-12 respiraciones.

Dirga Pranayama (Respiración de tres partes)

La respiración de tres partes fomenta la respiración profunda y completa y ayuda a aumentar el suministro de oxígeno a la sangre al liberar la tensión muscular. También ayuda a aliviar el estrés y a centrarse en el cuerpo. Las tres partes se refieren al diafragma, el pecho y el abdomen. Respira profundamente como si llenaras el estómago, los pulmones y el pecho de aire. Exhala completamente. Repite hasta sentirte más relajado.

Viparita Karani (Postura de las piernas en la pared)

También conocida como la postura de las piernas en la pared, Viparita Karani alivia la presión en el cuello y la columna vertebral, fomenta la circulación y la relajación. Coloca el cuerpo junto a una pared. Acerca las rodillas al pecho mientras te acuestas de lado. Exhala y rueda hacia atrás. Levanta las piernas hacia la pared. Mantén las piernas rectas y firmes y deja que los hombros y la espalda se hundan en el suelo. Aleja la cabeza y el cuello de los hombros, extendiendo los brazos a los lados, con las palmas hacia arriba. Permanece en la postura durante 5-10 minutos y relájate mientras te concentras en la respiración. Para liberar la postura, flexiona las rodillas y rueda hacia el lado derecho.

Uttanasana (Flexión hacia adelante de pie)

Esta postura, también conocida como la flexión hacia adelante de pie, estira los gemelos, los isquiotibiales y las caderas, aliviando la tensión en el cuello, la columna vertebral y los músculos de la espalda. Comienza de pie con los pies separados a la distancia de las caderas. Exhala y dobla lentamente hacia adelante desde las caderas, doblando las rodillas según sea necesario. Alcanza las manos hacia el suelo, colocando las palmas o las yemas de los dedos en el suelo o en bloques. Relaja la cabeza y el cuello hacia el suelo. Respira y mantén la postura durante 4-8 respiraciones. Para liberar la postura, flexiona más las rodillas manteniendo la espalda recta e inhala mientras vuelves a ponerte de pie.

Savasana (Postura del cadáver)

La postura del cadáver ayuda a calmar la mente y aliviar la sensación de estrés. Acuéstate boca arriba con la espalda plana en el suelo y estira las piernas. Si esto resulta incómodo, flexiona las rodillas y coloca los pies en el suelo. Extiende los brazos a los lados, con las palmas hacia arriba. Coloca una manta o una toalla enrollada debajo de las rodillas si sientes tensión en la parte baja de la espalda. Relájate en la postura y respira de forma natural. Relaja la mandíbula y suelta la tensión de la espalda, el cuello y la cara. Permanece en esta postura con los ojos cerrados durante 5-15 minutos.

Riesgos y precauciones

Las personas con cáncer de mama que practican yoga suave y han recibido la aprobación de un profesional de la salud no deberían enfrentar efectos adversos o riesgos. Sin embargo, tener precaución para evitar posibles lesiones. Algunos riesgos pueden incluir:

Linfedema

Las posturas de yoga intensas pueden presentar el riesgo de linfedema para las personas que han tenido ganglios linfáticos extirpados durante la cirugía de cáncer de mama. El linfedema causa hinchazón debido al exceso de líquido. Un instructor de yoga con experiencia en pacientes con cáncer de mama podrá decidir qué posturas y tipos de yoga son seguros. Por lo tanto, es importante siempre hablar con un instructor de yoga antes de comenzar una clase.

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Fracturas

Las personas con metástasis óseas, donde el cáncer de mama se ha extendido a los huesos, pueden correr el riesgo de sufrir fracturas durante la práctica de yoga. Una persona con metástasis óseas debe consultar a un profesional de la salud sobre si el yoga es una actividad segura para ellas. También podrían probar la meditación con visualización guiada como alternativa. Aprende más consejos de relajación aquí.

El yoga puede ser una terapia complementaria beneficiosa para las personas con cáncer de mama. Las posturas suaves y adaptadas pueden ayudar a aliviar los síntomas, reducir el estrés y mejorar la calidad de vida. Sin embargo, es importante consultar siempre a un profesional de la salud antes de comenzar cualquier programa de yoga, especialmente después de una cirugía o en casos de complicaciones como el linfedema o las metástasis óseas. Con la tutorial adecuada, el yoga puede ser una herramienta poderosa para el bienestar físico y emocional en el tratamiento del cáncer de mama.

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